Las tendencias de la televisión colombiana indican que este medio está monopolizado por las grandes familias adineradas del país. “Hasta hace un año, la propiedad del espectro electromagnético era exclusiva del estado. Durante 1998, los dos primeros canales nacionales privados fueron adjudicados a los dos más grandes grupos económicos del país, el Canal Caracol, propiedad del Grupo Bavaria, y Canal RCN, propiedad de la Organización Ardila Lulle. Un canal local, City TV, le fue adjudicado al más grande conglomerado de comunicaciones del país, Casa Editorial El Tiempo”, Colombia: tendencias en la comunicación y contexto.
Lo anterior es preocupante, puesto que significa que la televisión está siendo cerrada y que es poca la confiabilidad y veracidad de los informativos de éstos canales, por ejemplo, debido a que están al servicio de sus propios imperios, lo cual suscita una manipulación de la información de acuerdo a los interés que puedan tener los dueños de los medios.
Y es por esta manipulación que lo primordial es tener a la “masa” entretenida con telenovelas y programas de concursos como Dígalo Cantando, emitido por el canal Caracol. Es un programa que premia el desocupe de las personas que en vez de estar preocupadas por estudiar o culturizarse, dedican su tiempo a aprenderse las letras de las canciones, es un programa que el que el conocimiento no vale nada, a menos que sea de las canciones solicitadas.
En cuanto a edición no se presentan mayores problemáticas, al contrario los errores son casi imperceptibles. El set es muy agradable, manejan cámara rápida en el desarrollo del concurso, hay una relación directa con el público, además utilizan los recursos audiovisuales, visuales en el momento del karaoke y a lo largo del programa, al igual que lo sonoro, debido a que se valen de la banda para tocar las pistas de las canciones y de esta manera hacer más fácil a los participantes el recuerdo de las canciones.
El set es muy moderno e iluminado, juegan al máximo con los recursos expresivos desde el manejo de la intertextualidad en los tres textos. Sin embargo, es un texto que carece de contenido productivo para la audiencia, su objetivo es entretener no educar ni informar, lo cual deja un gran vacio en el objetivo de los medios masivos, puesto que las programaciones no están generando ningún tipo de cambio o educación en el público, por el contrario premian los conocimientos banales que no significan ningún tipo de esfuerzos.
Sin embargo, el poder económico posibilita los grandes alcances a las audiencias. Sin embargo, no sólo lo privado existe, aunque pocas personas lo crean, puesto que viven al día con los canales RCN y Caracol, pues no es así, por ejemplo, en el canal regional Expresiones del Valle, Cable Unión emite un informativo local llamado CNC, el cual presenta gran cantidad de noticias locales, regionales e internacionales, tiene varias secciones en las cuales invita al cuestionamiento y a la crítica de los sucesos por los que atraviesa la región. Se destacó por un gran contenido de noticias del pasado proceso electoral.
A pesar de esto, es un noticiero realizado con un presupuesto no tan elevado como el de los programas de los canales privados, como consecuencia de ello, observé falencias en el proceso de edición, cortes abruptos, a veces no coinciden los titulares con la noticia. El estudio es muy sencillo y hasta artesanal. El manejo de la cámara no es muy cambiante, predominan los planos medios, no hay unas variaciones determinantes en el ritmo y básicamente lo que se resalta es la calidad del contenido informativo. Utiliza subtítulos pero son pocos los cambios en cuanto al material audiovisual.
En contraste con lo anterior, tenemos el programa de Señal Colombia, La tele de Juancho, el cual tiene una utilización óptima de los recursos expresivos. Maneja cambios de color en las imágenes a blanco y negro, predomina la cámara rápida por ser un programa dinámico. Los presentadores son dos niños con un alto grado de crítica.
La temática del programa se desarrolla en la resolución de conflictos en la pubertad. Entrevistan a otros niños y hacen entrevistas a personas especializadas en los temas, utilizan testimonios y tocan temáticas tan coyunturales como el uso de las drogas y los diversos comportamientos que se pueden sentir en la pubertad.
Juegan con imágenes virtuales, utilizan caricaturas enfocadas a la moraleja. Hacen notas, reportajes muy visuales, por lo que la verosimilitud en éste programa es trabajada de una manera fenomenal, donde son los niños los que entrevistan y llevan las riendas del programa.
Es un programa muy rico en contenido, el cual se encuentra enmarcado en una coherencia intertextual, donde las temáticas se refuerzan con testimonios, caricaturas y videos reales, lo que hace más interesante el discurso audiovisual.
Se puede decir, que la belleza del programa está estéticamente fundamentada en los colores que manejan, en el dinamismo y la frescura tanto del montaje como de los presentadores.
En conclusión, luego de este muestreo por tres diferentes tipos de programas televisivos, lo local, lo privado y lo institucional, puedo afirmar que lo económico es un factor decisivo a la hora de medir la audiencia, por ejemplo, La tele de Juancho es un programa muy instructivo y educativo, con recursos expresivos muy limpios, sin embargo, entre el público tiene más audiencia Dígalo Cantando, un programa con cero contenido.
Entonces, tal vez sea necesario que el cambio empiece por nosotros mismos, al ser televidentes de programas y canales que no se encuentren manipulados por el poder, si bien es cierto que la comunicación transparente es una utopía, por lo menos nos acercanos al abrir nuestra mente a otro tipo de programaciones diferentes a las de RCN y Caracol.
Es posible ser agente de cambio y volver a concebir a la televisión como un medio de comunicación de servicio público del cual todos nos podamos beneficiar.